Retomar el ritmo de vida habitual ha sido algo bastante positivo. Me han pasado muchas cosas malas este año y sigo de pie. O no tanto, pero sigo. Creo que al menos seguir ya es un logro.
Me reencanté con mi trabajo. Me recibieron super bien de vuelta, el equipo es genial y lo pasamos chancho. Siento que lo que hago es importante y que puede ayudar a muchas personas y, por qué no, al paìs. Eso me llena de orgullo. Además, todos me encuentran más linda y eso tiene que ver con kilos menos, voy bien encaminada.
He tratado de rodearme de gente que me quiere y que me hace bien, pero le abrí la puerta a alguien que tenía casi olvidado y me desestabilizó de nuevo. En una semana estaba de vuelta en mayo, con las mismas angustias, los mismos miedos, las mismas sensaciones de mierda. Me ha costado dejarlo ir porque pese a todo lo malo, lo quiero. Lo quiero mucho. Me enternece a niveles que no conocía. Estaba tan contenta al principio, pero era todo una fantasía, nunca fue recíproco. Una vez me dijo «¿y si me enamoro de ti?». No tiene idea el efecto de esas palabras en mí, se me estrujó el corazón. Eso fue maldad pura y genuina.
Estas semanas he estado triste. He pasado harto tiempo sola en mi casa, leyendo, escribiendo, mirando por la ventana, durmiendo, fumando. He tenido instantes de mucha risa con mis amigos, que andan (de nuevo) sacándome de la mierda en la que me metí. No he tenido fuerzas para seguir yendo a pilates, porque siento que me cuesta moverme, me canso ene, me cuesta vivir.
Tal vez me haría bien viajar a mi casa, pero no me da el cuero para ir y ver que mi abuelo no está. Ver que está su cama vacía, sus cositas. Su olor. Algún día lo voy a tener que hacer, claro está, pero necesito estar un poco más entera para eso.
¿Cómo se sentirá tener todo en orden? Los afectos, las penas, los deseos. Yo tengo todo desordenado, he ponderado mejor las penas, pero hasta por ahí nomás. ¿Habrá gente que tenga todo resuelto? o al menos lo principal: amor, pega, salud. Creo conocer gente así, que no se complica por nada. Se acaba algo y chao. Ven que la cosa nació muerta y chao. Yo no, yo me quedo y vuelvo y vuelvo. Salvo con la Paula, con quien estoy enojada hace varios meses y no creo que vuelva a quererla como antes. La muerte de mi tata fue un buen momento para volver y antes estuvo mi término del magister. Nada. Se acabó.
¿Será que todos tenemos una vida de mierda y sólo algunos están capacitados para lidiar con eso? ¿Será que la felicidad no es un estado permanente, sino pequeños instantes de alegría que hay que atesorar? Ju nous.
Debe estar conectado para enviar un comentario.